Eclipse

Me fui
pateando silencios que hoy enferman mis raíces,
sin decirte que me hubiera salvado
tu pelo de tarde cubriéndome los hombros
y tus brazos festivos llevándome al invierno
-a mi alma acalorada frente a la rosa de tu espalda-.

En mis sueños te arranco
con los dientes
uno a uno
los pétalos
y te abrigo con la piel de mi miedo.

Te juro que
si me vieras llorar
volverías a enamorarte;
debajo de mis uñas conservo restos de vos
-de luna cuando te recuerdo,
de sol cuando me ardes-,
de noches en las que se enrabiaba la ternura
y tu voz sacudía los cimientos.

Cuando los fantasmas de tu cobardía me emborrachan
vuelvo a tus manos frías
a visitar lo que amé
de mí.

Comentarios

Entradas populares